El TFV, Test de Fluidez Verbal, es una prueba de aplicación individual que sirve para realizar una evaluación global rápida del lenguaje y de las funciones ejecutivas. Está formado por tres tareas de fluidez verbal: fonológica (palabras que empiezan por una determinada letra), semántica (palabras pertenecientes a una determinada categoría) y excluyente (palabras que no contienen una determinada letra).La combinación de estas tareas permite valorar diferentes procesos básicos del lenguaje expresivo, así como varios componentes de las funciones ejecutivas (p. ej., la fluencia, la flexibilidad, la categorización, la monitorización de la ejecución…). La valoración cuantitativa (mediante unos baremos amplios y actuales) junto con la valoración cualitativa de la ejecución (mediante el análisis del número y el tipo de errores), permitirán apreciar adicionalmente diferentes aspectos atencionales, de la memoria de trabajo, del acceso a la memoria…Se trata de un test de gran sencillez, lo que permite su aplicación a numerosas poblaciones, incluidas aquellas con un nivel educativo muy bajo. Se puede utilizar de forma aislada, como prueba de cribado o screening inicial —para valorar el estado cognitivo general de la persona evaluada— o bien como parte de una batería de pruebas neuropsicológicas —para valorar los procesos específicos del lenguaje y de las funciones ejecutivas que permite evaluar—.El perfil de resultados ofrece puntuaciones de cada una de las tareas –además de un índice de Fluidez total–, información sobre el número y el tipo de errores cometidos por la persona evaluada, así como un breve comentario de los resultados.